viernes, 18 de diciembre de 2015

Preguntas

No podemos enseñarle nada a la gente, sólo podemos ayudarles a descubrir lo que hay en su interior.
Galileo Galilei
Siempre he sido fastidiosamente preguntón, lo fui de niño y lo sigo siendo ahora. Cuando no se, pregunto, cuando se, pues pregunto más.
En estos días he estado dando un taller de Programación Neurolingüística y Coaching para tutores en una universidad y mucho de lo que hemos estado platicando ha sido sobre las preguntas y su poder. Y es que sin duda hay de preguntas a preguntas: útiles, absurdas, imaginativas, limitadoras, confusas y poderosas.
Tal vez puedas recordar la época de exámenes durante tus años de estudiante. Si las preguntas que te hacían eran claras entonces sólo dependía de tu conocimiento responderlas, pero si el maestro no sabía formularlas y las preguntas eran confusas entonces estabas en un mayor aprieto.
Pero aquí la cuestión es ¿qué tipo de preguntas te haces a ti mismo? – Una pregunta es como una linterna, lleva a tu mente a iluminar cierta parte de tu experiencia… y como al cerebro le gustan las linternas, los retos y las preguntas se pondrá a buscarle respuesta. Así que es fundamental que te hagas buenas preguntas. Considera la diferencia entre hacerte estas preguntas (y responderlas mentalmente)
¿Cuál es el principal problema que tienes? ¿Cuándo se originó? ¿De qué maneras te afecta? ¿Qué va a pasar si no lo resuelves? ¿Por qué no has sido capaz de resolverlo todavía?
Si te fijas, no son preguntas muy buenas. Se centran en el problema, generan sensaciones de disgusto y frustración, y no ayudan a encontrar una solución. Ahora considera las siguientes:
¿Cuál es una de tus metas más importantes? ¿Cómo te vas a dar cuenta cuando la hayas logrado? ¿Cómo te va a beneficiar alcanzarla? ¿Cuáles de tus habilidades usarás para lograrla? ¿Qué puedes hacer para disfrutar tu camino hacia ella? Se sienten completamente diferente, ¿verdad? Estas preguntas se centran en soluciones y recursos. Ponen la linterna en lo que quieres que crezca.
Algunas características de las preguntas poderosas es que se centran en la solución, cambian la perspectiva, generan descubrimientos, generalmente son abiertas y conducen a la acción. Así que aquí te dejo tres preguntas como regalo:
¿Cuáles son los sueños, anhelos y metas que laten en tu corazón?
¿Qué pequeño o gran acto de generosidad puedes hacer hoy?
¿Qué puedes hacer para saber más de algo que te parezca interesantísimo?

Muy felices fiestas y yo me pregunto ¿cuál será la sorpresa más deliciosa que nos espera en estos días?

Sergio Hernández Ledward
y en twitter: @checoequis

martes, 8 de diciembre de 2015

SOS, mi hijo está en apuros


La semana pasada tuve la alegría, la suerte y el privilegio de acompañar a mi maestra y amiga Mónica Esquinca en la presentación de su nuevo libro: "SOS, mi hijo está en apuros". Fue una muy rica velada... El libro lo presentamos David Vázquez, Mario Guerra y yo. Aquí les comparto mis palabras de esa noche.

El libro de Mónica "SOS, mi hijo está en apuros" es una gran noticia. Es un libro para tenerse cerquita, para leerse y releerse; es un pequeño tesoro para los papás que -como bien dice Mónica- también somos héroes.

Al comenzar a leerlo vino a mi mente uno de los congresos internacionales de PNL en el Bosque de la Primavera... Ahí Mónica ente un auditorio lleno impartió una conferencia sobre autoestima infantil. No recuerdo los detalles, pero hay dos cosas que se me quedaron muy grabadas:
En primer lugar, la claridad y sencillez con las que transmitía sus ideas y experiencia: serena, cálida, sonriente; y en segundo, el interés de sus escuchas, hubo muchos comentarios y preguntas. Entonces no lo entendía tanto -aún, no era papá- hoy me doy cuenta que ese día eran héroes y heroínas los que participaban y pedían consejo sabiendo que Mónica podía ayudarles en la maravillosa, mágica, agotadora, frustrante, reconfortante, sagrada, divertida, amplia-ojeras, enflaca-carteras y ensancha-corazones aventura de ser papás.
Así que al tener "SOS, mi hijo está en apuros" en mis manos estaba seguro de encontrar en él las cualidades que he visto muchas veces en Mónica. Pensaba que encontraría un libro claro, lleno de ideas útiles transmitidas con sencillez, también lo esperaba cálido, hospitalario y generoso con el lector, que vería en él el fruto de años de experiencia y dedicación.

Ya se pueden imaginar que NO me equivoqué... Sin embargo me quedé corto.
El nuevo libro de Mónica es todo eso y además nos muestra una forma juguetona, creativa, llena de imaginación para apoyar a nuestros hijos. Está lleno de técnicas -dirían los PNListas-, de juegos -dirían los niños- para ayudar a los pequeños a encontrar lo que ya está en su interior. Este libro es una hermosa invitación para que papás y mamás acompañemos a nuestros hijos en el juego de encontrar tesoros en su mente y corazón.
Es como jugar a las escondidillas. Puedo imaginar las voces de niños y papás diciendo: "1, 2, 3 por mi confianza que está en la pantalla mágica", "1, 2, 3 por mi valentía que está adelantito de la caja come-miedos", "1, 2, 3 por mi y por todos mis compañeros" y empiezan a salir sonrientes: tranquilidad, fortaleza, cariño por sí mismos.

Pero les decía que me quedé corto: "SOS, mi hijo está en apuros" no sólo es claro, cálido, útil y creativo, es además un libro lleno de amor. Detrás de cada frase, de cada historia, de cada técnica y de cada inducción hipnótica late un inmenso corazón; entre sus líneas encontrarás el honesto deseo de pequeños más felices, más relajados, más plenos, más sonrientes, más listos para la aventura de la vida.
En este libro lleno de amor, Mónica nos da una guía para que niños, mamás y papás llevemos -juntos- a la práctica las palabras de Marianne Williamson:

"Todos estamos hechos para brillar como brillan los niños. Nacemos para manifestar la gloria del Dios que está dentro de nosotros. Cuando dejamos que brille nuestra propia luz, damos permiso a otros para hacer lo mismo; en la medida que nos liberamos de nuestro temor, nuestra presencia libera automáticamente a otros".

Móni: en nombre de Ofe, de Ayla Sofía y mío muchas gracias por escribir este libro, muchas gracias por llenarlo de amor y creatividad. Que tu luz siga brillando, que le llegue a muchos y que nos sea útil para que chiquitos y grandes brillemos también.

Sergio Hernández Ledward
México DF, Diciembre 2015

PD. Aquí les dejo un par de enlaces para los que quieran conseguir el libro:
En amazon: http://www.amazon.com.mx/dp/B016LDNCJA
En gandhi: http://www.gandhi.com.mx/s-o-s-mi-hijo-esta-en-apuros

miércoles, 21 de octubre de 2015

Gratitud

La gratitud es el propio cielo.
William Blake

Ayer cumplí 39 años rodeado de mi familia y amigos, sentí cariño sincero alrededor mío (como casi todo el tiempo), comí pastel (como casi nunca), me hicieron algunos regalos, me dieron buenos abrazos y debo decir que me sentí –y aún me siento- muy afortunado.

Es simple cuestión de hábito y observación, pero no se necesita estar de cumpleañero, para darnos cuenta de las inmensas bendiciones a nuestro alrededor. Si tienes el tiempo, el conocimiento y el interés de leer estas palabras, entonces estoy seguro que tú también eres muy afortunado… y si te pareces un poco a mí, entonces también estoy seguro que a veces se te olvida lo afortunado que eres. Cuando nos sentimos afortunados y agradecidos, la carencia desaparece y vivimos en abundancia.

Masuru Emoto -el investigador japonés que fotografió cristales de agua expuestos a música, oración y palabras- encontró que los cristales más hermosos se formaban con el agua expuesta a dos palabras. ¿Puedes imaginar cuáles?... “Amor” era la primera, “gracias” la segunda. Pero no sólo es cuestión de belleza en el agua, la gente feliz se siente agradecida y lo expresa con frecuencia. Así que hoy quiero proponerte buscar tus propias razones para sentirte agradecido. Si tienes tiempo y ganas, tal vez quieras hacer algunas listas.

  • Lo tengo y me gusta tenerlo. Piensa en que cosas tienes y te encantan (no por fuerza cosas materiales). Familia, amigos, aprendizajes, experiencias, bienes materiales, contacto espiritual. Vuélvelo preciso, de otro modo la gratitud es menos poderosa, y siéntete satisfecho. Por ejemplo yo estoy agradecido por el pastel de cajeta que me regaló ayer Martha mi asistente.
  • No lo tengo y me gustaría tenerlo. Piensa en tus sueños, tus anhelos, tus objetivos y date permiso para sentirte agradecido por eso que aún no tienes y es una expresión del impulso humano de seguir creciendo, de aprender lo que aún no sabes, de llegar más lejos.
  • No lo tengo y me encanta no tenerlo. ¿Qué problemas no tienes? ¿Qué carencias no enfrentas? Hay otros seres humanos que si, de modo que puedes sentirte agradecido por tu condición (cualquiera que esta sea)… y a la mejor con ganas de hacer un poco por aquellos con menor fortuna.
  • Lo tengo y quisiera no tenerlo. Hay problemas que si tienes, y por raro que parezca puedes sentirte agradecido aún por ellos. Son la oportunidad de aprender, de crecer, de evitar la soberbia y de darnos cuenta de nuestra fragilidad. No nos gustan, pero a veces son una gran bendición.


Y bueno, si eso de hacer listas (mentales o escritas) no es lo tuyo, entonces tal vez hoy quieras decir gracias desde el corazón un par de veces más de lo que lo haces normalmente. Cuídate mucho y gracias por leerme.


Sergio Hernández Ledward
y en twitter: @checoequis

PD. Durante todo octubre mis libros de cuentos y sobre cuentos estarán a un súper precio de promoción en amazon.com (alrededor de 30 pesitos). Aquí les dejo el enlace.
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martes, 29 de septiembre de 2015

Homo sapiens... narratio


Si las historias llegan a ti, cuídalas y aprende a entregarlas cuando se necesiten. A veces una persona necesita una historia más que comida para permanecer viva.
-Barry López

Acaba de comenzar el Festival de Narración Oral Palabras al Viento en Celaya. Escuelas, espacios públicos, cafés, restaurantes y bares se llenarán de cuentos de cada rincón del mundo, la palabra y la imaginación ya están rondando sueltas por las calles y las mentes. El cuento siembra a través del narrador. ¡Qué alegría imaginar semillas luminosas y corazones fértiles! Sin duda es una fiesta; ojalá todos puedan sentarse a los pies de Sherezada, escuchar a Eva Luna y maravillarse con las historias de don Felicio Magialarga. Ojalá muchos nos volvamos hombres sabios narradores.

Los cuentos son sendero, son asiento del vigía y son fogón que nos reúne.

A través del cuento caminamos, nos lleva a lugares desconocidos, al desierto multicolor, a las montañas de la luna o al ombligo de un gigante. Volvemos a ser niños, a asombrarnos con la magia de un mundo –que si sabemos verlo- siempre es nuevo. Los viajes ilustran y caminar por el cuento nunca nos devuelve iguales, crecemos un poquito con cada expedición a la República de Kuentojistán.
El cuento nos permite mirar más lejos, extender la vista hasta galaxias muy lejanas, hasta tiempos remotos y tímidos, o con un poco de suerte –y valentía- hasta las profundidades de nuestra propia mente y corazón. Los mundos se ven distintos desde el asiento del vigía, hay amplitud, ligereza y libertad.
Pero tal vez lo más hermoso del cuento es que es fogón. Es un sitio calientito para reunirnos por la noche, es el lugar donde nos reunimos con el clan, con la tribu, con los hermanos y los amigos. Los cuentos hablan de nuestro linaje humano, de hazañas y fracasos, de lo que nos emociona, nos enamora y nos asusta. Me atrevo a decir que en torno al fuego, el cuento nos contacta con nuestra grandeza y nuestra fragilidad, es un canto del alma humana.

¡Qué falta hace que contemos y escuchemos! Que falta hacen mil festivales palabras al viento. Que falta hace que nuestra alma recupere su vocación cantora. Vayamos al festival. Escuchemos. Charlemos. Contemos. Seamos Homo sapiens… narratio.

Sergio Hernández Ledward
y en twitter: @checoequis

PD. Durante todo octubre mis libros de cuentos y sobre cuentos estarán a un súper precio de promoción en amazon.com (alrededor de 30 pesitos). Aquí les dejo los enlaces.

Escuché decir al viento: http://www.amazon.com.mx/dp/B00QVSBX0Q


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domingo, 13 de septiembre de 2015

En el 2015 ¿Qué viva México?


Septiembre de 2015, se acerca el aniversario de nuestra independencia y pareciera que tenemos pocas razones para celebrar y dar el grito de ¡Viva México!
Pienso en mi país y rapidito vienen a mi mente la casa blanca de la Gaviota, la fuga del Chapo, Carmen Salinas representándonos en el congreso, Ayotzinapa, Mireles encarcelado, la censura y muerte de periodistas... Nada (o muy poco) que celebrar.

Sin embargo creo que hay que seguir gritando ¡Viva México! no como un acto patriotero, ni como una celebración a nuestras instituciones, sino como una plegaria, un acto de rebeldía, una aspiración y un compromiso con un mejor mañana. Un grito que diga "prohibido rendirse, aquí seguimos".

Así que aquí mis razones para decir y desear que viva México este 2015 

¡Qué vivan los mexicanos que aún se inspiran con Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Francisco I. Madero, Pancho Villa, Emiliano Zapata y Lázaro Cárdenas! Qué vivan los que creen que nuestros grandes no se han ido del todo.
¡Qué vivan los indígenas que charlan, escriben, cantan y hacen poesía en su lengua original!
¡Qué viva la UNAM, el Politécnico, la Ibero y el Tec! ¡Que vivan las universidades autónomas y los tecnológicos regionales, sus maestros y sus chavos!
¡Qué vivan los que no le creen -o le creen poquito- a Televisa! Qué vivan los que se comprometen a no mentir y no engañar.
¡Qué vivan los que son honestos pudiendo ser transas, los que tienden la mano pudiendo ser indiferentes, los que se atreven a hablar cuando callar es más sencillo!
¡Qué vivan Carmen Aristegui, Lydia Cacho, Rosario Ibarra y Elena Poniatowska!

¡Qué vivan las y los distintos! Los que defienden su verdad y saben escuchar la verdad del otro. ¡Que viva el diálogo que no busca imponer sino aprender!
¡Qué vivan los médicos que salvan vidas en el IMSS! ¡Los maestros que se la parten en cada rincón del país! ¡Los policias que se mantienen honestos!
¡Qué vivan los bomberos y la cruz roja mexicana!
También los ciclistas, los lectores, los tatuados, los mimos y los cuentacuentos, los que usan las paredes para hacer arte. Qué vivan los que no se conforman, los que se quejan, los que proponen.
¡Qué vivan los que a pesar de nuestro gobierno logran prosperar chambeando honestamente!
Qué vivan los viejitos que hacen Taichi en el parque Xochipilli

¡Qué vivan Raul Vera y Alejandro Solalinde! ¡Que vivan las patronas veracruzanas! Qué viva todo mexicano solidario con nuestros hermanos centroamericanos.
¡Qué vivan los mexicanos que persiguen sus sueños en otras tierras! Los que extrañan las tortillas recién hechas, los bolillos doraditos y los chiles toreados.
Qué vivan los apasionados de su trabajo, de su arte y de su estudio; los que se entregan y aún siendo lunes les brillan los ojos.
Qué vivan los que hacen cosas pequeñas por los demás, los que ceden el paso, los que te sonríen sin conocerte, los que siguen amando después de muchos años.
¡Qué vivan los papás de la guardería ABC! ¡Qué viva su fuerza y su anhelo de justicia!
Qué viva Wirikuta, qué viva Cherán, qué vivan los caracoles zapatistas. Qué viva el Museo Nacional de Antropología, qué vivan los que dan música a las fiestas de pueblo. Qué vivan los que se echan su cascarita futbolera, los que bailan danzón cada domingo.

¡Qué vivan los que creen que ni la patria, ni el corazón se venden!
Qué vivan los que se indignan con lo injusto. 
Qué viva cada mexicano que dedica tiempo y energía a lo bello, lo bueno, lo justo y lo verdadero.
¡Qué vivan los que no han perdido la esperanza!

¡Que viva la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa! Y contra la triste lógica: ¡Que vivan los 43 muchachos que nos hacen falta!

¡Qué viva México!

Sergio Hernández Ledward
www.facebook.com/SergioHLedward

martes, 8 de septiembre de 2015

Emprender



Tu visión se tornará clara sólo cuando busques en tu corazón.
Quien busca afuera, sueña. Quien busca en su interior, despierta.
Carl Jung

Este fin de semana tuve la fortuna de asistir a un taller que impartió Robert Dilts (uno de los genios e iniciadores de la Programación Neurolingüística) en Guadalajara. Reencontrarme con maestros, alumnos y compañeros siempre me alegra y esta vez además le traía ganas al tema: “Factores de Éxito de la Siguiente Generación de Emprendedores”

¿Qué viene a tu mente al escuchar la palabra “emprender”? Lo primero en lo que yo pienso es: “aventura” y después “viaje”, “jornada” y “proyecto”. Sin duda ser emprendedor es ser aventurero.

Debo decirles que al término del fin de semana no sólo salí motivado, sino con algunas estrategias concretas para un par de proyectos que me tienen emocionado. Creo que es una buena idea compartirte las 7 estrategias para el éxito sustentable de Dilts (por cierto cada uno de estos factores da por lo menos para un artículo como este).

  1.  Una actitud mental óptima. Como siempre: todo empieza con la mente... pero ¿cuál es la actitud que practican los aventureros exitosos? Dilts nos invita a mantenernos centrados, abiertos, conscientes, conectados y curiosos.
  2. Un futuro claro y atrayente. En las empresas se habla mucho de visión (lo que aportará tu proyecto a un mundo mejor) y misión (tus razones profundas para esta aventura), si eso está claro entonces habrá que añadirles  PASIÓN. El viaje del emprendedor no es fácil y si no está lleno de pasión, el viaje será cortito (y triste, estresante o aburrido).
  3. Una ruta crítica hacia ese futuro. Si viajaras al futuro –cuando tu proyecto sea ya una realidad- y miraras hacia atrás ¿cuáles serían los 5 pasos más importantes que diste? Planear del futuro hacia el presente es algo que los emprendedores hacen bien.
  4. Alineación interna. ¿Tus creencias sobre ti mismo y sobre tu proyecto juegan a tu favor? Si puedes decir congruentemente las siguientes frases sobre tu proyecto: “es valioso”, “soy capaz de hacerlo realidad”, “conozco la ruta” y “voy a hacerlo” entonces no hay duda de tu alineación interna.
  5. Alianzas poderosas. Un buen emprendedor se reúne, aprende y comparte ideas con otros aventureros. Se parece más a alguno de los Avengers que al Llanero Solitario.
  6. Transformación de los obstáculos. Detrás de cada obstáculo hay una oportunidad, el emprendedor las busca y aprovecha. 
  7. Corrección dinámica del rumbo. El camino hacia el futuro deseado –hacia una empresa exitosa o un proyecto que mejore al mundo- es un camino cambiante, inestable. Los emprendedores lo saben y continuamente corrigen el rumbo.

En definitiva emprender no es sencillo, es una aventura arriesgada, es para soñadores, para valientes y apasionados. ¡Feliz día!

Sergio Hernández Ledward


y en twitter: @checoequis 

miércoles, 26 de agosto de 2015

¿Se puede planear la vida?

La vida es eso que pasa mientras estás ocupado haciendo planes.
-          John Lennon

En estos días daré una conferencia con los chavos de una prestigiada universidad de nuestra ciudad. El tema: Plan de Vida. Cuando me invitaron hace algunas semanas no lo pensé dos veces y dije que sí, hoy por la mañana frente a la computadora casi me arrepiento de tal idea. No sabía por qué pero las ideas na’ más no llegaban, más bien me rondaba la pregunta ¿En serio se puede planear la vida? ¿De veritas tenemos oportunidad de hacer una estrategia, un plan o una gráfica de Gantt para eso de vivir?

Ya lo decían las abuelitas: “Uno pone, Dios dispone y llega el chamuco y todo lo descompone” o “las vueltas que da la vida, mi’jito”, para darnos a entender que la vida no es una jornada estructurada sino más bien una aventura impredecible, una sucesión de sorpresas o un caballo salvaje difícil de domar. Si revisamos nuestro pasado nos daremos cuenta que mucho de esto es cierto  -los caminos de la vida no son como yo pensaba- y si miramos hacia el futuro nos daremos cuenta que lo único seguro es que no hay nada seguro. ¡En la torre! ¿Y la conferencia? ¿’Ora que les digo?

¡Pues eso! Que la vida no se planea: se vive, y que por paradójico que parezca eso hace aún más importante que reflexionemos hacia dónde queremos llevarla y de qué manera queremos vivirla. Así que les diré que como la vida no se planea es fundamental que:

  • Encuentres tus pasiones. Descubras que te hace sonreír, cuales son los regalos que tienes para el mundo, halles tu propia forma de disfrutar del camino.
  • No dejes de soñar. Los sueños –los buenos- son generadores de realidades. Nuestro mundo, nuestro país, nuestras familias nos están pidiendo a gritos más y mejores sueños.
  • Definas y defiendas tus valores. ¿Qué es lo que en realidad tiene importancia? ¿De qué quieres llenar tu vida? ¿Amor, libertad, gozo, solidaridad, congruencia, aprendizaje?
  • Te entregues. La generosidad verdadera es tu entrega completa. Ofrece cuerpo, mente y corazón a lo que estás haciendo, un paso a la vez.
  • Sirvas. Ayuda, tiende la mano, cambia las cosas. Sin lugar a dudas la felicidad pasa por aquí.

Ya veremos que sorpresas me dan los chavos, esto es lo que pienso decir pero ¿quién sabe? Sorpresas te da la vida… o como lo decía Hellen Keller: La vida es una atrevida aventura o no es nada.

Sergio Hernández Ledward


y en twitter: @checoequis 

miércoles, 5 de agosto de 2015

La muerte anda rondando


Morir es retirarse, hacerse a un lado,
ocultarse un momento, estarse quieto,
pasar al aire de una orilla a nado
y estar en todas partes en secreto.
- Jaime Sabines

La calaca siempre anda rondando, esa flaquita nunca se cansa. En estos días gente muy querida se nos adelantó: el tío Pedro, el amigo Miguel, la mamá de Mónica… y nosotros aquí seguimos (otro ratito).

Dicen que los mexicanos nos burlamos de la muerte, yo no lo creo, por lo menos no de la de aquellos que queremos. Muchos experimentamos estos eventos como si nos arrancaran un pedacito del corazón –o el corazón entero-, soltamos el llanto y tratamos de ser fuertes… y luego pasa el tiempo y la vida continúa, la tristeza se vuelve nostalgia, el sol sigue saliendo, los días pasando y el corazón con todo y su hueco sigue latiendo. Pero su latido no vuelve a ser el mismo, hay huecos que ya no se llenan y eso no quiere decir que ya no haya alegría, ni gozo, ¡Por supuesto que los hay! Lo que ocurre es que –en el mejor de los casos- las alegrías y las sonrisas son más humanas, más compasivas y más verdaderas justo gracias a ese huequito en el corazón.

Al poco tiempo de que falleció mi mamá me encontré con la poesía de Sabines con la que empecé este artículo. Estaba tristísimo pero al leer eso de “estar en todas partes en secreto” en medio de mi tristeza sonreí, imaginé a mi madre acompañándome secretamente por la vida, abrazándome sin que nadie más lo supiera y me di cuenta que Sabines tenía razón, que mientras hubiera vida ella y sus regalos estarían conmigo. Tiempo después murió mi padre y sé que él y su fuerza ahora también acompañan mi camino.
Perder a los seres queridos nos hermana, es parte del destino que compartimos con cada ser humano. La muerte toca a todas las puertas. Somos hermanos de hueco en el corazón de todos los que existen, los que han existido y los que existirán. Creo que nuestra mirada se haría más suave si lo recordáramos con más frecuencia.

Mientras tanto aquí seguimos, la flaca sigue rondando, pero aún no nos llega ni a ti ni a mí. Pienso que la mejor manera de honrar a los que se nos adelantaron es viviendo. Aprovechando el regalo, agradeciendo el abrazo secreto de los que parece que ya se fueron y entregándonos de la manera más generosa al milagro que es vivir.

¡Que la vida y los mejores recuerdos cobijen a los que nos quedamos! Un abrazo solidario para todos los que tenemos un hueco en el corazón, hoy en especial a todos los Flores (mi familia en BCS y Sinaloa), a Chela Contreras, Milton y Miguel Siordia y a mi comadre Mónica y mi ahijado Enrique.

Sergio Hernández Ledward


y en twitter: @checoequis 

martes, 21 de julio de 2015

Reflexiones sobre la mente y el dinero

Hablar de dinero siempre es espinoso. De chiquitos nos dijeron que el dinero era sucio, en la tele los “malos” o son ricos o sólo les interesa hacerse ricos… y al mismo tiempo casi todos queremos tenerlo en abundancia. Parece un mal necesario.
“El dinero causa más problemas de los que resuelve”, “con dinero baila el perro”, “el dinero no es la base de la felicidad… pero como ayuda”, “el dinero va y viene”. Estas frases –y muchas otras- reflejan algunas de nuestras maneras de pensar sobre el dinero. Y nuestra manera de pensar lo afecta toooodo.

Pienso que en general en nuestra cultura estamos muy mal educados sobre el tema. Así que me gustaría compartir tres ideas con ustedes para invitarlos a reflexionar un poco sobre el tema:

  1. Los problemas económicos no se resuelven con dinero, se resuelven con ingenio” – Anthonny Robbins. Si queremos resultados diferentes necesitamos atrevernos a actuar y pensar diferente, a cuestionar nuestros supuestos (esas ideas que damos por hechos) y movilizar nuestra creatividad. Poner más energía y dinero en lo que no funciona normalmente no es buena idea, poner creatividad para buscar caminos distintos sí.
  2. “La riqueza de una persona o una empresa no se mide en dinero, se mide en tiempo” – Robert Kiyosaki. Esta idea me asombró; lo que Kiyosaki dice es que las personas ricas pueden dejar de trabajar por lapsos largos de tiempo (algunas vidas para algunos) mientras que los pobres no pueden hacerlo. ¿Cómo se logra eso? Aumentando los ingresos, reduciendo los gastos y generando ingresos pasivos (dinero que ingresa sin trabajar). Todo un tema por explorar.
  3. “Mi riqueza no es posesión sino gozo” – Henry David Thoreau. Lo verdaderamente importante no es cuanto tienes, sino cuanto disfrutas; la abundancia tiene dos caras: la de la generosidad y la de la apertura, el gozo de dar y el gozo de aceptar. ¿Quieres vivir en abundancia? Contacta con el disfrute. Aumenta la alegría con la que das, con la que pagas, con la que regalas, con la que te entregas. Aumenta la alegría con la que recibes: un abrazo, la quincena, una invitación a cenar, un beso, los regalos de la vida.

Ingenio. Tiempo y equilibrio. Gozo. Es interesante que estas ideas tengan tanto impacto en nuestra relación con el dinero ¿no te parece?

Por lo pronto te deseo un día MUY abundante y me voy a seguir persiguiendo la chuleta.

Sergio Hernández Ledward

y en twitter: @checoequis 

martes, 7 de julio de 2015

Aquel que ama el camino que sigue

Los seres humanos somos un milagro espectacular. En nuestro cuerpo, mente y espíritu hay arte, ingeniería, poesía. Como especie nuestra curiosidad no conoce límites, tampoco nuestra creatividad, ni nuestra estupidez. Soñamos dormidos y despiertos, queremos ser felices y tenemos el potencial para lograr cosas grandes.

Peeero (siempre hay un pero) el camino hacia cualquier meta valiosa no es ni derechito, ni de bajada. ¿Quieres ponerte en forma, competir en un maratón, terminar la licenciatura, iniciar un negocio exitoso, escribir un libro o tener una gran relación de pareja? Pues más pronto que tarde te encontrarás con la espinosa cuestión de la disciplina. Sabemos que para lograr nuestros sueños debemos ser constantes y disciplinados, levantarnos temprano, vencer la flojera, hacer las abdominales y la tarea de física.

Sólo de escribir esto ya me dieron escalofríos de aburrimiento; y es que hemos relacionado la idea de disciplina con sacrificio, con fastidio, dolor y dificultades. Pensamos que disciplinar y castigar casi significan lo mismo. Sin embargo las palabras no mienten; si investigamos el origen de la bien-odiada “disciplina” encontraremos que comparte origen con la palabra “discípulo” que en latín quiere decir: aquel que ama el camino que sigue. De modo que la disciplina está mucho más cerca del amor y del disfrute que del castigo.

Entender esto puede tener profundos –y placenteros- efectos. Más que disciplinarnos a punta de trancazos y fuerza de voluntad, deberíamos buscar y encontrar amor por el camino que elegimos. Seguir nuestras pasiones, volvernos muy buenos en ellas y ponerlas al servicio de los demás. Una buena forma de hacer esto y disfrutar más lo que hacemos para llegar a nuestras metas es enfocarnos en la satisfacción y el bienestar que nos dará la meta cumplida. Para ser más claro, en lugar de pensar en el trabajo que me cuesta levantarme a hacer ejercicio, enfocarme en los resultados: visualizar un cuerpo sano, lleno de energía y en forma; en vez de decirme “que flojera trabajar en la tesis”, pensar en la satisfacción de tendré cuando el título esté en mis manos.

Alguna vez en un taller con Richard Bandler (uno de los creadores de la Programación Neurolingüística), él nos preguntaba una y otra vez: ¿cuánto placer eres capaz de resistir? Yo hoy quiero preguntarte: ¿Cuánto placer eres capaz de sentir mientras haces lo que te acerca a tus sueños? ¿Mientras te vuelves más grande, más pleno, más feliz y más generoso?

Sergio Hernández Ledward

y en twitter: @checoequis 

martes, 23 de junio de 2015

Pues... porqué sí.


A mi papá le gustaba ponerme a pensar. Como buen chamaco a mí me encantaba preguntar incansablemente ¿por qué? ¿por qué esto? o ¿por qué aquello? Sin embargo no era el único preguntón de la familia, mi papá competía fácilmente conmigo en ese arte. Por supuesto que él contestaba muchas de mis preguntas, pero rara vez dejaba pasar la oportunidad de hacerme otras.
¿Por qué hiciste tal cosa? ¿Por qué quieres ese juguete? ¿Por qué piensas eso? ¿Por qué lloras? Eran algunas de las preguntas que me hacía mi papá. El caso es que mi papá esperaba respuestas, y no cualquier respuesta: quería de las buenas… y me ponía a pensar. De todas las respuestas a sus preguntas había una que estaba especialmente prohibida: “pues porqué sí”, según mi padre era la respuesta de los flojos, de los que no quieren pensar y yo no la podía usar con él.

Ahora que han pasado algunos años aunque sigo siendo re-preguntón algunas de mis preguntas han cambiado. De hecho gran parte de mi trabajo como coach es hacerles preguntas a las personas, así que hoy quiero hacerte –y hacerme- una pregunta (de esas que llevan a la reflexión):

¿Cuáles son tus razones para ser feliz? ¿Por qué sonreír con el rostro y el corazón? – Si tienes chance, y quieres pensar un poco, te invito a que en realidad hagas el ejercicio y generes una buena lista con tus respuestas. Aquí van las mías:
  • Porqué amaneció lloviendo y me encantan las mañanas que huelen a tierra mojada.
  • Por el sabor ¡y el aroma! del café que me despierta.
  • Por la risa y la sonrisa de mi hija de tres años. (Este es uno de los motivos grandes)
  • Porqué sé que tengo amigos verdaderos y por qué quiero algún día llegar a serlo.
  • Por la enorme fortuna de contar con la fuerza, la inteligencia, la compañía y el amor de mi esposa.
  • Porqué a mis 38 años sigo soñando, leyendo, imaginando, jugando, contando y escuchando cuentos.
  • Por el amor de mis padres que me acompaña a cualquier sitio que voy.
  • Por el aguacate, los mangos, el kung fu, las lunas crecientes y los papalotes.
  • Porqué ser feliz es mi derecho de herencia como ser humano.
  • Porqué me gusta llevarle la contraria a los malencarados.

Y para sonrisa del recuerdo de mi padre:
  •  Porqué sí. Porqué puedo. Porqué me da la gana, pues. Después de mucho pensarle descubrí que esta pregunta SI se puede contestar así.


Sergio Hernández Ledward

y en twitter: @checoequis 

martes, 9 de junio de 2015

¿Política? Yo no digo malas palabras


Lo pensé mucho: ¿en serio voy a escribir hoy en el blog sobre política? Si yo no digo malas palabras (o por lo menos no tan malas).

Estoy escribiendo estas líneas dos días después de las elecciones y debo de confesar que ya puedo respirar. ¡Por fin se acabaron los anuncios, los carteles y los espectaculares por todos lados! Por fin podemos descansar de la avalancha de promesas, propuestas, y hasta insultos que volaban de un lado para otro. Pero ¿por qué nos cansa eso de las elecciones y la política?
Es triste que la palabra política la asociemos rápidamente con transa, corrupción, mentiras y traiciones, parece que hasta se volvió una mala palabra; cuando su origen es noble. Política viene del griego y originalmente quería decir algo así como “el arte de los ciudadanos”. ¿Arte? ¿Ciudadanos? ¿Una broma de los griegos?

Yo creo que más bien es una invitación que viene desde tierras y tiempos lejanos. Ciudadano es aquel que construye ciudad, quien hace comunidad; mientras que artista es él que expresa la belleza de su propio corazón. Me parece que los ciudadanos comunes y corrientes deberíamos hacer más de esta política y darnos cuenta que no es privilegio de candidatos, diputados o alcaldes. Una ciudad no es su gobierno, una ciudad son los lazos entre su gente.

Así que aquí les dejo algunas invitaciones para hacer política y darle una lavadita a tan ensuciada palabra:

  • Interésate por tu ciudad. Conoce (y comparte) su historia, tradiciones, leyendas, lugares hermosos y también sus problemas.
  • Escucha y charla. Así se generan lazos, platiquemos con vecinos y amigos, con los que piensan parecido y con los que son muy distintos.
  •  Opina. Dale voz a tu mente y corazón, quéjate, exige que se cumplan promesas, alza la voz y por supuesto: ¡propón!
  •  Tiende la mano. La ciudad es nuestra gran casa, pon el ejemplo, recoge basura, sonríe, cede el paso, agradece, se solidario cada que puedas.
  • Organízate. Los esfuerzos individuales no son suficientes, júntate con aquellos que quieren cambiar las cosas que tú quieres cambiar. Afíliate a un partido político, participa en un grupo de la iglesia, en un club social, en un grupo deportivo o en una organización con preocupaciones ecológicas. Construye ciudad desde ahí.
  • Contacta con el arte y la cultura. Lee, baila, escribe, pinta, escucha buena música, haz teatro. Hazlo en bola, con la familia y los cuates. A la mejor no lo creas pero así se hace la mejor política.


Sergio Hernández Ledward

y en twitter: @checoequis

martes, 19 de mayo de 2015

Ni cobro por lo que hago, ni cobro por lo que se.


La semana pasada me llegó de rebote una oferta de trabajo. Una empresa de la región estaba buscando un asistente para la gerencia, quería a un licenciado en administración o a un ingeniero en informática de una de las mejores universidades de la zona, la lista de sus responsabilidades iba desde actualizar archivos hasta llevarle la agenda al gerente, el sueldo: ¡3 mil pesotes a la quincena!
Me pareció muy triste pensar en un recién egresado -ingeniero o licenciado después de cinco años de esfuerzos e intensos estudios- aceptando un puesto muy por debajo de sus capacidades (o de las capacidades que debería tener) y por un sueldo tan poco atractivo.

Por otro lado en redes sociales ha estado circulando una campaña que invita a reflexionar sobre el valor que le damos a nuestro trabajo, dirigida sobre todo a los profesionistas independientes, con el lema “yo no cobro por lo que hago, cobro por lo que se”. Creo que la intención es buena; si yo no valoro adecuadamente mi trabajo, difícilmente los demás lo harán; si yo no creo en mi propio potencial, será difícil que los demás lo vean. Peeeeero… si queremos darle el valor justo a nuestro trabajo habríamos de preguntarnos ¿se debe cobrar por lo que se hace o por lo que se sabe?

¡Ni por lo uno, ni por lo otro! Yo puedo trabajar mucho haciendo cosas intrascendentes o tener muchos conocimientos que no utilizo. Un mucho mejor criterio es “yo cobro por lo que aporto”, por lo útil que le soy a mi organización, a mis compañeros, a mi cliente o a mi sociedad. Cobro por los problemas que resuelvo y anticipo, por el valor que le añado al producto o a la vida de los demás. No es necesario que trabajes más (de hecho muchos quisiéramos trabajar menos), tampoco que te vuelvas soberbio por tus grandes conocimientos, lo que si es necesario es que sirvas aún más, que seas más útil.

Así que hoy te invito a darle una pensadita ¿cuánto estás aportando?... Y todavía más importante ¿de qué maneras podrías ser más útil y añadir más valor? Es más, te invito a ponerte creativo y preguntarte ¿cómo podría aportar más trabajando menos? (sobre todo si –como yo- piensas que hay vida más allá del trabajo).

Tus respuestas a estas preguntas pueden ser una de las claves para tu desarrollo económico y profesional… y también para una vida significativa. ¡Te los deseo de corazón!

Sergio Hernández Ledward


y en twitter: @checoequis 

jueves, 30 de abril de 2015

¿3 mil pesos un egresado del ITC?

No soy graduado del Tecnológico de Celaya, aunque no hubiera estado nada mal. ¡Me siento muy orgulloso de sus logros! 
De verdad quiero a esa institución, me encantan sus jacarandas, estoy casado con una egresada de una de sus ingenierías, tengo grandes amigos que de ahí han salido y otros que ahí trabajan con pasión e inteligencia. He tenido la suerte de dar algunas conferencias con sus chavos, me parecen entrones, creativos, chambeadores, inteligentes y -como los muchachos de la mayoría de nuestras universidades- con el potencial de transformar para bien nuestro país.

Ayer de rebote me llegó una oferta de empleo. Buscaban un egresado del Tecno, licenciado en administración o ingeniero en informática, lo querían para asistente de la gerencia, y ofrecían un sueldo de $3,000 pesos (y no se entiende si son quincenales o mensuales). Mi primer reacción fue buscar la fecha, pensando que tal vez sería de 1995, pero no, la fecha era 29 de abril de 2015.
Después me dio mucha tristeza pensar que cinco años de formación en una institución tan prestigiada y exigente como el ITC sólo alcance para eso. Poco a poco la tristeza se ha ido convirtiendo en indignación, franco coraje y hasta encabronamiento. Y es que la oferta NO estaba publicada en el periódico, ni en alguna agencia de contrataciones, sino que era enviada por la bolsa de trabajo del propio Tecno.


Puedo entender -aunque no estar de acuerdo- que una empresa busque contratar a su personal lo más barato posible y ponerlos a trabajar lo más que aguanten, que los negreen pues; también puedo entender que haya ingenieros y licenciados que acepten esas condiciones desesperados por su situación personal y las condiciones económicas del país, lo que no puedo o no quiero entender es que una universidad invite a sus egresados a tomar ese trabajo.

¿Qué mensaje manda la bolsa de trabajo del Tecnológico de Celaya reenviando esa propuesta a sus egresados?
Pues fácil: que es adecuado que su trabajo y su conocimiento sean remunerados con esa cantidad, que dan para eso, que se conformen con pobres responsabilidades y tristes sueldos, que le tiran bajito, que la cosa está tan mal que mejor eso a nada. Que no creen en ellos.

¡No estoy de acuerdo! Es ofensivo para ellos y también para mi.
A pesar de ser un egresado de una universidad privada estoy convencido que los jóvenes que salen de las universidades públicas deben ser -y son- una fuerza poderosa, que son capaces y talentosos, que debemos valorarlos y exigirles, que deben de soñar alto y entregarse mucho, que necesitan creer en ellos mismos y en su potencial transformador. Conozco el esfuerzo y los sueños de algunos muchachos del Tecno, ¡por favor no les falten al respeto! Chavos: por favor no lo permitan, tírenle alto, chínguenle en sus estudios, atrévanse mucho, chambeen con ganas, confíen en su grandeza y apuéstenle a lo mejor que tienen: ustedes mismos. Los necesitamos.

¡Que vivan los linces de Celaya! ¡Que viva el Tecno! ¡Que vivan los estudiantes de todas las universidades públicas y privadas!

Sergio Hernández Ledward
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