Lo pensé mucho: ¿en serio voy a
escribir hoy en el blog sobre política? Si yo no digo malas palabras (o por lo
menos no tan malas).
Estoy escribiendo estas líneas
dos días después de las elecciones y debo de confesar que ya puedo respirar.
¡Por fin se acabaron los anuncios, los carteles y los espectaculares por todos
lados! Por fin podemos descansar de la avalancha de promesas, propuestas, y
hasta insultos que volaban de un lado para otro. Pero ¿por qué nos cansa eso de
las elecciones y la política?
Es triste que la palabra política
la asociemos rápidamente con transa, corrupción, mentiras y traiciones, parece
que hasta se volvió una mala palabra; cuando su origen es noble. Política viene
del griego y originalmente quería decir algo así como “el arte de los
ciudadanos”. ¿Arte? ¿Ciudadanos? ¿Una broma de los griegos?
Yo creo que más bien es una
invitación que viene desde tierras y tiempos lejanos. Ciudadano es aquel que
construye ciudad, quien hace comunidad; mientras que artista es él que expresa
la belleza de su propio corazón. Me parece que los ciudadanos comunes y
corrientes deberíamos hacer más de esta política y darnos cuenta que no es privilegio
de candidatos, diputados o alcaldes. Una ciudad no es su gobierno, una ciudad
son los lazos entre su gente.
Así que aquí les dejo algunas
invitaciones para hacer política y darle una lavadita a tan ensuciada palabra:
- Interésate por tu ciudad. Conoce (y comparte) su historia, tradiciones, leyendas, lugares hermosos y también sus problemas.
- Escucha y charla. Así se generan lazos, platiquemos con vecinos y amigos, con los que piensan parecido y con los que son muy distintos.
- Opina. Dale voz a tu mente y corazón, quéjate, exige que se cumplan promesas, alza la voz y por supuesto: ¡propón!
- Tiende la mano. La ciudad es nuestra gran casa, pon el ejemplo, recoge basura, sonríe, cede el paso, agradece, se solidario cada que puedas.
- Organízate. Los esfuerzos individuales no son suficientes, júntate con aquellos que quieren cambiar las cosas que tú quieres cambiar. Afíliate a un partido político, participa en un grupo de la iglesia, en un club social, en un grupo deportivo o en una organización con preocupaciones ecológicas. Construye ciudad desde ahí.
- Contacta con el arte y la cultura. Lee, baila, escribe, pinta, escucha buena música, haz teatro. Hazlo en bola, con la familia y los cuates. A la mejor no lo creas pero así se hace la mejor política.
Sergio Hernández Ledward
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