jueves, 14 de diciembre de 2017

Seguimos con las dinámicas: ¡Aprendí y me divertí!



Hoy el blog va principalmente para maestros, facilitadores, instructores, coaches y demás deportistas extremos.



La creatividad es inteligencia divirtiéndose - Albert Einstein

Tal vez suene demasiado simple pero hay dos maneras de aprender (y enseñar): 1) como en la escuela y 2) como en la vida. En la escuela nos explican, nos dicen cómo, qué, porqué, cuándo, dónde y tal vez hasta para qué, la aproximación es inductiva: primero obtén conocimiento y más tarde (si tienes suerte) úsalo. La vida por su parte nos enseña de otro modo, nos pone un reto y ni maíz que nos explica... y así aprendimos a caminar, correr, hablar nuestra lengua materna, trepar a los árboles, andar en bicicleta, besar, tratar a nuestro jefe y resolver problemas de pareja, esta aproximación es deductiva: primero haz y durante el proceso saca tus propias conclusiones. En el blog anterior (dale click aquí: estuvo re-divertido... pero no aprendí nada) te platico a más detalle sobre estas dos maneras de entrarle al aprendizaje y en este quiero plantearte 3 etapas para el aprendizaje deductivo y el uso de dinámicas: Actúa - Reflexiona - Aprende.

Si quieres utilizar la enseñanza deductiva debes observarte como un generador de experiencias más que como un transmisor de conocimientos, ayudarle a los "aprendientes" a pasar a la acción, reflexionar sobre lo que hicieron y extraer conclusiones útiles en su propio contexto. ¡Sencillo!
Una de las mejores formas de hacerlo es plantear ejercicios y dinámicas y conducir a los participantes por esas 3 etapas. Aquí van algunas recomendaciones para cada una de ellas.

Etapa 1: Actúa

  • Ten clarísimo el objetivo de la dinámica
  • Pruébala antes
  • Ten material de sobra
  • Brinda instrucciones súper claras (incluyendo el tiempo)
  • Compárteles el tema de reflexión pero nunca las conclusiones
  • Cuida los riesgos de cada dinámica (físicos, emocionales, de relación)
  • Pregunta si hay alguien que no la pueda hacer y si es así asígnale una tarea. Lo ideal es que nadie se quede fuera
  • Siempre puedes ponerla en "pausa" para que el grupo reflexione y haga ajustes
  • Cuida las interacciones y el ambiente entre los participantes
  • Observa para después comentar


Etapa 2: Reflexiona

  • Cuida que no sea: estuvo divertido pero no aprendí nada
  • Haz preguntas que dirijan la reflexión
  • Dales un ratito silencioso para que cada quien le de su propia pensada
  • Facilita el diálogo. Ayuda a que aprendan unos de otros
  • Modera al dueño del micrófono
  • Valida los diferentes puntos de vista
  • No forces las conclusiones hacia donde tú quieres
  • Evita los "pero´s" cuando respondas a sus opiniones
  • Comenta lo que observaste. Sin juicios
Etapa 3: Aprende

  • Ayúdales a llevar el aprendizaje a su contexto
  • Encontrar dónde y con quién lo van a usar
  • ¿Y todo esto cómo te va a servir a ti?
  • ¿Qué vas a hacer con lo que aprendiste?
  • ¿En qué se parece esto a tu vida?
  • Pídeles que hablen en 1era persona (cambiar "nos cuesta aceptar otros puntos de vista" por "para mi es difícil aceptar otros puntos de vista")
  • Cuida que el ánimo sea positivo al terminar la dinámica
Me parece que esta aproximación no sólo es útil para maestros y facilitadores ya que ayuda a volver el aprendizaje "formal" mucho más dinámico y significativo, sino que también puede ser una lindísima manera de seguir siendo "aprendientes" en la vida. ¡Actúa! ¡Reflexiona! ¡Aprende!

Y por supuesto diviértete en el camino ;)

Sergio Hernández Ledward
www.facebook.com/SergioHLedward

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